El pueblo más feliz del mundo

La tribu de los Pirahã en Brasil es considerada uno de los grupos humanos más felices de la tierra. En este artículo te cuento por qué.

Foto referencial

Los Pirahã viven en la selva amazónica al noroeste de Brasil. Su secreto de la felicidad es su cultura y su increíble idioma. Este último no solo es un ejemplo de simpleza, pero de creatividad: incluye cantos, silbidos y tarareos, pero ¿cómo les ayuda su lenguaje a ser más felices?

1. No tienen pasado ni futuro

Los Pirahã viven en el presente. Ni el pasado ni el futuro tienen tanta relevancia como el momento que están viviendo. Mañana se dice "no ahora" y no tiene importancia. No tienen libros, mitos, dioses, ni memoria colectiva. Ellos viven sin planear, sin la ansiedad del futuro o el remordimiento y dolor del pasado. Esto significa también que no guardan comida para después por ejemplo. Disfrutan el momento y lo viven con atención plena.

2. No tienen números

Este pueblo no tiene matemática. Con eso ya muchos pueden empezar a alegrarse. Los Pirahã pueden decir "uno", "dos" y "muchos". También pueden decir "poco", pero a partir de 3 todo se vuelve confuso y borroso. Después de varios experimentos, los investigadores se dieron cuenta de que los Pirahã no podían diferenciar entre 4 y 5. Además cuando se les trataba de enseñar a contar, perdían el interés rápidamente.

En su día a día no es necesario saber contar. Esto también significa que no pueden comparar quién tiene más, no hay envidia ni celos por cantidades, por tener un poco más o menos que el otro. (Me recuerda a cuando las personas se pelean en el bus por 20 céntimos más...).

En cuanto a la cultura:

3. No acumulan bienes

Los Pirahã viven de forma simple. Tienen un par de prendas, un par de ollas y ya está. No se preocupan por acumular posesiones. Si tienen hambre van al rio, pescan y comen. Si no hay comida, tampoco hay problema. Se admira también la resistencia al hambre.

4. Es tabú decirle a los demás como vivir

El principal investigador y amigo extranjero de los Pirahã, Daniel Everett, llegó a asentamiento de los Pirahã para traducirles la biblia y enseñarles su religión. Los Pirahã nunca tuvieron interés en ello y lo rechazaban amablemente. Luego le explicaron a Everett que ellos no creían en decirle a los demás cómo debían vivir su vida, que además estaban contentos como vivían y no necesitaban cambiar. Everett, quien vivió con los Pirahã por más de veinte años, terminó perdiendo su fe en dios al ver lo feliz que vivían ellos sin una religión.

Anteriormente fueron otras personas externas a enseñarles matemática, otros idiomas, religión, entre otras técnicas, pero los Pirahã no están interesados en el "mundo exterior". Es un pueblo que no ha asimilado ninguna ideología, idioma o práctica externa. Ellos viven felices como son.

5. Aceptan la realidad como es

Una anécdota que me marco sobre este pueblo es que cuando un investigador fue a visitar a los Pirahã, empezó a ponerse repelente contra insectos. Un Pirahã mayor empezó a observar confundido lo que hacía el investigador. Este no podía hablar su idiomas así que hizo senas y sonidos para representar el zumbido de los mosquitos yendo a su piel. El anciano seguía sin entender. Entonces Everett, que también estaba ahí y habla el idioma, le explicó al anciano lo que hacía el investigador. Este se quedó asombrado y le contestó a Everett: Para nosotros los animales son parte de nuestra realidad y los aceptamos. No nos molesta que estén ahí, no son algo externo a nosotros.

Ellos aceptan la realidad sin quejarse, sin tratar de modificarla, "mejorarla" o perfeccionarla. Son parte de un todo.

¿Qué te parece la forma de vivir de los Pirahã? Si te interesa aprender más sobre ellos, te dejo el link del documental "The Grammar of Happiness" aquí. Comparte este artículo con alguien que se podría beneficiar de la sabiduría de este pueblo. No te olvides de seguirme en Instagram como @goal.babe. Publico artículos en este blog todos los jueves y domingos.